Antes de empezar es necesario aclarar que los hábitos varían dependiendo de cada caso.
1. Desorden.
J.K. Rowling una vez mencionó que no limpió su apartamento mientras escribía "Harry Potter y la piedra filosofal" porque no tenía tiempo. Suele pasar que para un escritor no importe cómo se ve su mundo exterior por estar concentrado en el interior.
2. Acumulación.
Tanto en la vida diaria como en el celular. Este mal hábito va de la mano con el anterior. Sin embargo, es más común. ¿No les pasa que anotan en todos lados las ideas? Una libreta acá, un cuaderno allá, dibujos, hojas... Y en el teléfono celular guardan imágenes, artículos e ideas que posiblemente olviden, pero que las guardan "por si acaso".
3. Aislamiento.
El oficio del escritor es un oficio solitario. Las horas pasan sin que te des cuentas. Incluso suele pasar que hasta olvides almorzar.
Se sabe de casos extremos de escritores que vivieron toda su vida como ermitaños.
4. Sedentarismo.
Los que tienen muchas aventuras son los personajes. Un escritor sólo necesita un lápiz, papel, computadora, silla, mesa...
5. Adicción a la cafeína.
Cada uno elige en qué momento del día se le da mejor escribir. No obstante, cuando una buena idea viene no hay que dejarla ir.
6. Desordenes del sueño.
Va de la mano con el anterior. Una buena idea, el corregir un borrador o buscar inspiración son garantía de desordenes del sueño.
7. Desordenes alimenticios.
Pasa que comes o mal comes alguna golosina o cereal mientras estás escribiendo, o bien, simplemente olvidas comer.
La imagen es de la película "La ventana secreta", basada en una historia de Stephen King. En esta Johnny Depp interpreta a un escritor que lleva estos malos hábitos llevados al extremo. Sin embargo, hay un plus que... no, no los voy a spoilear. Veánla.
8. Manías del tipo: Comerse las uñas.
Nerviosismo al corregir un libro o previo a publicar un escrito, esperar una critica o sugerencia de algún desconocido o amigo.
9. No asistir a actividades.
Me pasó que me perdí el cumpleaños de mi sobrino, la boda de unos amigos y llegaba tarde al trabajo. Puede que tú no seas tan irresponsable, pero te juro que lo hice porque la historia en la que me entretuve es buena.
En la imagen vemos a Joseph Fiennes como William Shakespeare en la aclamada película "Shakespeare apasionado".
10. Verborrea o mutismo.
Hay dos opciones: Que te pregunten sobre tu libro y quedarte callado si eres introvertido/a, o fastidiar hasta el cansancio a quienes te escuchan.
Casos extremos:
11. Alcoholismo
"Escribe borracho y corríge sobrio" Esta frase se la atribuyen al escritor Ernest Hemingway. De hecho, hay autores que consideran que escribir bajo los efectos del alcohol es bueno porque te desinhibe y/o libera.
Mientras escribía "A sangre fría, Truman Capote se tomaba un martini doble antes del almuerzo,otro durante el almuerzo y una "espuela" después. Suya es la frase: "Soy alcohólico. Soy Drogadicto, soy homosexual. Soy un genio."
La imagen es de la película "Capote", en la que Philip seymour hoffman (QEPD) interpretó magistralmente al escritor Truman Capote en la época en la que este escribió el libro "A sangre fría."
12. Tabaquismo.
Es común en los escritores padecer ansiedad, por lo que la adicción al tabaco es común en el gremio.
13. Drogas.
Lo que pasa con las drogas es que te colocan bajo efectos fantasiosos (no te lo puedo confirmar porque no las he probado) y esto, según algunos escritores, facilita la llegada de las musas. Obviamente mi consejo es que nos limitemos a "buscar a las musas" sin hacer daño a nuestro cuerpo.
¿Eres escritor y tienes alguno de estos malos hábitos? Dejan un mensaje con tu opinión :)
Tatiana M. Alonzo
-Escritora y bloguera-
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